La Sesión Con Los Pasivos Sumisos
Temprano en el hospital de Santa Cecilia, específicamente en una área atrás del edificio principal, había una área adaptada para ejercicio al aire libre. El cuerpo de policía del pueblo ofrecía un plan de acondicionamiento físico para pasivos sumisos. La Jefa de Policía, Perséfone se encargaría de la sesión ese día junto a otros miembros de la policía, las cuales todas eran mujeres. Vestían en ropa deportiva de color azul fuerte y tenis blancos impecables. Perséfone miró el clima de aquel día, “Parece que habrá una tormenta,” le dijo a sus subordinadas.
“No podremos usar los palos eléctricos, con lo que me gusta usarlos pues… que le vamos a hacer, diles a las demás que usen fustas para hoy, tengan listas sus gabardinas, hoy va a ser un día húmedo.” La subordinada saludó marcialmente a la Jefa, “Como ordene señora,” dijo la policía y salió a dar el informe. La Jefa Perséfone acompañada por un grupo de mujeres policía salieron al patio de entrenamientos donde un grupo de pasivos sumisos ya las esperaban. Todos los hombres estaban completamente desnudos usando sus respectivas correas al cuello y jaulas de castidad plásticas.
Correr Por La Pista
Los hombres se encontraban de rodillas mirando al piso haciendo una fila esperando instrucciones “Muy bien pusilánimes gusanos,” dijo la Jefa Perséfone con autoridad. “Ustedes son una vergüenza para sus damas, todos parecen cerdos en engorda,” la Jefa golpeaba su fusta con su mano haciéndola sonar fuerte, “Pero para su suerte hoy van a estar a mi completa disposición y no se preocupen, tengo permiso de sus damas para divertirme a mi antojo con ustedes entendieron cerdos miserables, ¡Un trueno se escuchó a lo lejo!, ¡¡SI SEÑORA LO QUE USTED ORDENE!! dijeron todos los sumisos con fuerza y temblando de frío. “Muy bien todos de pie, a correr por la pista… rápido,” dijo Perséfone, de inmediato los pasivos sumisos se pusieron de pie y comenzaron a correr alrededor de la pista.
Los hombres corrían descalzos por la pista marcada mientras las demás policías animaban a correr con más fuerza, algunas de las policías daban golpes en los traseros de los sumisos usando las fustas para que no pierdan el paso. Perséfone prefería usar unos bastones que daban pequeñas descargas eléctricas pero el clima lo hacía peligroso. Afortunadamente las fustas daban el mismo efecto, de repente comenzó a caer una lluvia algo ligera, las mujeres policía usan ya sus gabardinas de hule para protegerse de la lluvia pero algunos de los pasivos sumisos comenzaron a aminorar el paso.
Saltos De Rana Para Los Pasivos Sumisos
“¿Qué les pasa?” Gritó Perséfone, “¡¡Acaso dimos la orden de frenar el paso, quiero verlos hacer saltos de rana RÁPIDO!!” Inmediatamente todos los pasivos sumisos colocaron sus manos en la nuca y con la espalda bien recta flexionaron sus rodillas y dieron saltos al frente, “Bien bien, las ranas adoran la lluvia sigan más rápido,” las policías siguen con la motivación para que los pasivos sumisos siguieran ejercitándose.
Dentro del hospital, la Directora del instituto Dra. Deméter, recibía a un grupo de veinte damas acompañadas por sus sumisos. Cada sumiso usaba además de la jaula y la correa una máscara que les impedía ver, escuchar y hablar pero si respirar.
“Bienvenidas damas, les agradezco por ofrecerse ser parte del estudio,” dijo la doctora. “Ahora síganme al área de pruebas,”las damas guiaron a sus pasivos sumisos por un largo pasillo hasta una habitación. Dentro de ella había una serie de potros con correas en las patas, de un lado de la habitación había un escritorio con un tablero de control, “Acuesten boca abajo a sus sumisos, amarren sus pies y manos a las patas de los potros por favor.” Las damas hicieron lo que se les pidió, “Ahora por favor, quitenles la jaula de los penes de sus sumisos y dejen sus genitales libres.”
El Estudio En El Hospital
Las damas algo confundidas quitaron las jaulas, “Bien, ahora colóquense unos guantes de látex y estimulen el ano de sus pasivos sumisos, para ser parte de este grupo de estudio los sumisos debían tener un mínimo de una semana de castidad además de nunca haber sido penetrados por nadie.”La doctora preparaba algunas cosas viendo el panel de control mientras que las damas hacían lo que se les pidió, “Disculpe doctora,” una dama alzó la mano, “Mi sumiso comenzó a tener una erección,” la doctora miró y de verdad el hombre gemía y su pene comenzó a inflamarse muy rápido, “No hay problema, es parte del protocolo, por favor si sus sumisos tienen una erección déjenlos, iré por los instrumentos.”
La doctora regresó al área con una charola, la cual tenía varias cintas plásticas, “Si sus sumisos ya tienen una erección completa coloquen la cinta a la base del pene, esto evitará que eyaculen.” Las damas colocaron las cintas algo apretadas como se les indicó, la doctora después colocó los penes de los sumisos dentro de un tubo que sellaba todo el pene y tenían un tubo de llegaba a un frasco de recolección, la estimulación anal seguía por un tiempo. De regreso al área de ejercicios los sumisos hacían lagartijas, alguna de las policías y la propia Jefa Perséfone se pararon sobre las espaldas de alguno de ellos.
Mientras Tanto, Dentro De La Area De Pruebas
La lluvia se volvió tormenta pero ni así terminó la sección de ejercicios, “Ninguno merece lamer el barro de mis zapatos,” Perséfone bajó de la espalda de uno de los sumisos, “Ahora todos al circuito de obstáculos.” El circuito tenía cuerdas para balancearse, un tramo de pecho tierra, una viga de equilibrio, pasamanos, pared para escalar a mano y una escalera de cuerdas. Los sumisos comenzaron a recorrer la pista una y otra vez. La primera ronda ninguno pudo llegar a final por lo que las policías golpearon a los sumisos que se caían o revelaban,”Nadie se irá de aquí hasta que todos pasen la pista completa.”
Perséfone golpeó en un muslo a un sumiso que se calló a sus pies y él hombre tuvo que ponerse de pie y volver al principio del circuito. Dentro del área de pruebas, la Dra. Deméter continuó con el siguiente paso del estudio, “Todas colóquense un arnés y escojan un dildo, van a penetrar a sus sumiso mientras yo monitoreo los signos vitales de cada sumiso.” Las damas emocionadas comenzaron a penetrar a los sumisos con fuerza y de manera rítmica. La doctora monitoreaba a los pasivos sumisos desde el panel de control, la doctora echó andar los tubos que estimulaban los penes como si fueran masturbados haciendo gemir de dolor a los sumisos, “Bien ahora quíteles las cintas,” dijo la doctora y las damas lo hicieron.
Prueba Mi Lluvia Dorada
Rápidamente los frascos recibieron el semen de los sumisos, la doctora tomó los frascos tibios, los etiquetó y colocó otro frasco nuevo. Siguán penetrando a sus sumisos, deben de llenar el frasco con su semen.” Los tubos se movían con más fuerza mientras que las damas se deleitaron mientras violaban a sus sumisos. Gracias a la mano dura de las policías todos los sumisos pudieron terminar el recorrido, todos estaban tirados al piso en el barro completamente exhaustos, “Bien bien, creo que los cerdos merecen un buen trago para refrescar su sed, ¿Qué dicen oficiales?”
Las policías aclamaron la idea de su Jefa, las damas abrieron un cierre de sus pantalones deportivos, se colocaron de pie sobre las cabezas de los sumiso que seguían tirados en el piso y todas orinaron sobre las bocas de los sumisos, “Prueba mi lluvia dorada,” decía con satisfacción. Perséfone al ver su orina mojar el rostro y boca del sumiso en el piso, “Bien cerdos.. ya lárguense a las duchas que sus Amas ya pronto llegarán por ustedes.” Los sumisos fueron a las duchas, las cuales no tenían agua caliente y no tenían puertas por si alguna dama decidiera echar un vistazo. La oficial Perséfone al ver que cada sumiso regresaba con su dama iría al cambio de turno para después volver a su casa a tomar un baño caliente.
La Crema De Belleza Femenina Con Semen
En un laboratorio dentro del hospital, la Dra. Deméter miraba los frascos llenos de semen, “Hola hermana,” dijo la Alcaldesa Atenea. Fue a visitar a su hermana Deméter al hospital, “Veo que tuviste una buena ordeña,” dijo la alcaldesa al mirar uno de los frascos llenos de semen, “Sí querida hermana fue una recolecta estupenda.” El semen era parte de un proyecto del hospital encabezado por la Dra. Deméter, el cual era crear una crema de belleza femenina hecha con auténtico semen de sumiso.
“Pero hermana ¿Por qué la máscara aisladora, la penetración anal y usar un extractor de semen? Simplemente se podría poner a masturbar a un sumiso hasta llenar un frasco, él encantado lo haría.” La doctora miró a su hermana y sonrió, porque así no sería tan estimulante ni tan divertido querida hermana.” Entonces ambas damas dominantes comenzaron a reír divertidas mientras el sol se ponía en el horizonte.