¿Qué define a un cazador? Se dice que existen varios tipos de personas. Existen aquellos que nacieron para dominar, para mandar e imponerse. Algo que en una jerga biológica se llamaría Alpha. Estos especímenes, dentro de cualquier especie que sea social, serían los que gobernaran, mandaran y se impusieran sobre el resto. En cada una de las especies de la tierra se pueden encontrar diferentes clases de estos especímenes.

Tenemos sociedades en las que el dominante es un macho, una hembra o una pareja. Dicho lo cual, hemos de decir que los seres humanos nos consideramos siempre como seres que hemos trascendido nuestra parte animal, nuestra civilización, ilustración, y ética nos aleja de las bestias.

Una cruel mentira que podemos ver en nuestro día a día.
No hace falta más que una persona con algo de poder para que nos postremos, sin darnos cuenta, a sus desígnios. Es algo básico de la naturaleza humana. Pero, yo no lo culpo. Más bien, lo acepto.

 

Hasta ahora, una persona dominante…

Acepto que existen personas Alpha, personas dominantes que controlan a las personas. Y, dentro de la parcela que me toca de vida, puedo decir que soy, o he sido, una persona dominante.

Dicho lo anterior, todavía sigo sin contestar a la pregunta inicial ¿Qué define a un cazador? Bueno, primero, ¿qué es un cazador? Como he explicado antes, existen las personas Alpha, las cuales, podríamos definir como las personas que ostenta la posición más alta de una sociedad, desde un estado a una empresa hasta un mero harem. Pero, hay otra escala. Un cazador es alguien que caza, pero en esta jerga, cazar es el ejercer dominancia. Es decir, un cazador sería aquel que depreda a otras personas para hacer dominancia sobre ellas.

Puede confundirse erróneamente con algo vulgar, como la violación… pero no, no hablo de realizar un acto sin consentimiento de la otra persona. El cazador es aquel que consigue dominar a la otra persona, porque consigue despertar ese deseo en ella. Es algo complicado, dado que hay que reunir factores. No todas las personas desean
ser dominadas, o pueden ser “persuadidas” para ello; entrecomillándolo dado que la no es una persuasión, sino avivar un deseo que no está a la luz.

Por ello, un cazador debe buscar que esta persona caiga en sus redes sin que esta se de cuenta. Un acto… complicado, pero muy satisfactorio si se hace bien. Un arte de la seducción en toda regla.

 

…¡Sin embargo, estoy ahora, aquí, de rodillas, lamiendo!…

Ama Domina

 

Bien, ya he definido lo que es un Alpha y lo que es un cazador, ahora… y volviendo a la pregunta inicial, un cazador se define por el Alpha que es capaz de dominar. Recordemos que esto es dominar a una persona dominante, pero como todas las jerarquías, una persona dominante siempre tendrá a alguien más dominante por encima, sea cual sea la posición. Incluso, puede ser alguien muy dominante en un campo y no serlo en otro, hay muchos matices distintos y que en función de la situación, puede haber distintos tipos de relacionas entre dos mismas personas.

Por consiguiente, una persona o individuo que se define como cazador, busca conseguir tomar ese rinoceronte blanco que es un Alpha. La satisfacción de conseguir domar lo indomable es la fantasía de poder indescriptible en palabras. Dicho lo cual, ¿se asumiría que yo hablo de esto debido a que soy un cazador experimentado? Bueno, sí ese es el caso… ¿alguien me puede explicar que demonios hago aquí, de rodillas, lamiendo y limpiando con mi boca el dildo que ha estado alojado en el recto de un novato el cual ahora está siendo taladrado por un strap-on en la habitación de al
lado? Sí… esta no es una historia bonita.

¿Primeiro, Quien soy?

Bueno, primero que todo, déjenme presentarme. Yo era Ignacio, un chico que entre sus buenos y malos quehaceres, tenía una vida decente por el día. Un trabajo de cara al público en el que mi sonrisa cautivadora hacía que mi profesión fuera más fácil. Mi vida diaria era trabajar, hacer deporte, y escribir… poca cosa en general. Sin embargo, por la noche, yo me autodenominaba como una persona dominante. Alguien que sabia que era lo que quería una mujer, lo que deseaba y soñaba.

Iluso de mí, la verdad. Como he dicho antes, existen varios tipos de personas, y dominar a una persona sumisa es simple, al punto de que incluso un sumiso con la suficiente personalidad puede hacerlo.

Sin embargo, la vida da muchas vueltas, y las decisiones que aplica en uno, hacen que no siempre lleven a alguien por el destino que se espera. Y, por azares del destino, en mi caso todo fue por culpa de una película pornográfica.

Cada cual tiene sus debilidades, y la de Ignacio eran las fantasías de poder. Le encantaba imaginarse a una de aquellas mujeres Alpha plegada a sus designios. Ese triunfo era como batallar contra un enemigo en un combate mental de lujuria. Y le excitaba. Le encantaba aquella idea. Es por ello, que empezó en el mundo de la dominación. Nada particularmente escandaloso, simplemente mujeres a las que insultaba, azotaba y degradaba. Claro, desde un lado de la balanza suena mal, pero desde el termino medio y entendiendo que hay mujeres de todos los gustos y colores, se comprende mejor la paradoja.

¿Mi nueva meta? ¡La busca de una Ama domina!

Pero, como decía, aquello era simple. Ellas mismas pedían más, y aunque excitante por momentos, Ignacio no estaba satisfecho. Algo no acababa de llenarle.

Leía relatos de distintas perversiones, se informaba en web e intentaba hacer un estilo único de dominación que le satisfaga… pero nada era suficiente. No, le faltaba una chispa. Es así, que al final recurrió a la fantasía de la pornografía. Y sí, fantasía. No todo lo que se hace es agradable y tiene más una finalidad visual para la audiencia, pero de vez en cuando tienen alguna idea que se puede aplicar en los juegos.

Es así, que llegamos al punto de la revelación. El vídeo, el cual se puede encontrar en la página KINK.com, se llama “Revenge of the Gimp – Payback's a Bitch!”; y como el nombre sugiere, trataría de un sumiso que se cansa del trata de su Ama Domina. Y no mentiré al decir que era la clase de fantasía que hacía que Ignacio se calentara. Y aquella podía ser su meta, ¿no? Un chico joven, con su experiencia, sus cualidades, su personalidad… no parecía algo tan complicado. Es por ello que procedió a buscar a una Ama domina en su coto de caza.

Los días pasaron, y poco a poco fue buscando entre todo el listado de mujeres que se iba haciendo. No era tonto, pero sí engreído. Y por ello, buscó a alguien que cumpliera con las características que tenía. La trampa para entrar era fácil. Sabía que una mujer de fuerte carácter se dejaría adular con facilidad siempre y cuando no fuera descarado, por lo que si se presentaba como un camarada que buscaba ayuda para crear el perfil de una mujer fuerte a la que describir es un
escrito… raro sería que pusiera pegas.

 

La trampa para encontrar una Ama Domina

La trampa la tendió al encontrarse con una mujer mayor que él, de un cuerpo no atlético y en el que los años habían pasado algo de factura, pero no desagradable. Para nada desagradable. Sonrió para su buena suerte y procedió a comunicarse con ella.

La primera comunicación fue sencilla. Hablaron normal, pero no tuvieron mucho más contacto que unas frases. Sin embargo, la dama se mostró bastante reacia a la idea de postrarse. En principio, solo hablaría de las desventuras que pasaría la mujer en sus escritos, intentando explicar una evolución que, para los adentros de Ignacio, era más que nada la fiel muestra de sus intenciones. Nada particularmente grave, midiendo cada palabra. Y aún así, a pesar de lo leve de
cada palabra, aquello acabo en solo repulsión por parte de la señora.

Solo fueron unos mensajes de correo, pero fue suficiente para saber que no podía escarbar por ahí para encontrar oro. Sin embargo, aquel gesto tan menudo que realizó, fue lo que sembró la caída de nuestra cazador. Al parecer, la cuenta de correos a la que el señorito Ignacio se había dirigido era en verdad el correo oficial de la Dama… y un problema grave que tenía era que acostumbraba a mandar correos a sus contactos para publicitar nuevas sesiones.

Pasaron los días, las semanas e incluso varios meses hasta que la historia continuo. En aquel entonces, Ignacio no había encontrado nada que le satisficiera aún, y aquel deseo solo hizo que se produjeran discusiones en sus círculos de confianza. Primero fue con sus sumisas más lejanas, aquellas con las que había jugado poco tiempo, pero la cosa escaló hasta el punto que su propia esclava notó la falta de cariño y cuidado por su parte. Y aquello frustraba a todos. A ellas, por sentir que habían estado con una pata coja todo este tiempo, alejadas de los cuidados que requieren para
disfrutar del placer; y de él, por sentirse vacío e incapaz de conseguir lo que quería.

¡Por fin, un mensaje de la Ama Domina!

Y fue en ese entonces, que descubrió algo de sí que no hubiera esperado, pero para ello, hay que remontarse a un
frío día de invierno. Ese día, Ignacio recibió un correo.

No era nada de sorprender. Se comunicaba por correo con sus sumisas, dado que así podía evitar el escrutinio de las llamadas telefónicas, las incesantes quejas… y además de tenerlas tensas con sus normas de no tardar más de una hora en leer sus correos.

Pero, este mensaje no era de sus sumisas. Ni era un correo de alguna cuenta que tuviera. Era un correo de la Ama Domina. La misma Ama Domina que había escrito hacía tiempo. El asunto era claro “Lo que estabas esperando «Sexo,bdsm y vídeos…» ummm!!”, no dejaba mucho a la imaginación, pero era extraño. Al abrirlo, resultó que no era más que un mensaje de publicidad estándar en la que se publicitaba un descuento para tratar obtener dinero a cambio de sus servicios. Aquello… podría haber pasado por algo. No haber sido nada. Pero, aquel mensaje tenía algo distinto que los anteriores.

 

Continuará…