Vamos a comenzar con algo muy simple. Si tu Ama te da tareas, agradécele por el privilegio de servirla. Este es tu trabajo, no olvides cuanto ella hace por ti. 

Es ella quien piensa y decide; te quita la carga pesada de pensar y tomar decisiones.

 

Ella te regala una gran oportunidad de serle útil. Sus necesidades son tus necesidades, sus deseos son tus deseos. Como hombre sumiso no tendrás ninguna expectativa; por el contrario, mostrarás gratitud por lo que sea que ella te dé.

Además, estar agradecido por los deberes que te asigna es una forma de reconocer que su disfrute es tu alegría y que añoras satisfacer sus requisitos.

Gracias señora! Como sumiso o esclavo, repetirás estas tres palabras constantemente. Dirás gracias Ama, no solo por las cosas buenas, sino también por el castigo y las correcciones.

Cuanto más agradecido estés con tu Ama por los castigos, deberes y consejos que te da, más fuerte será su necesidad y fuerza por ti.

Convertirte en un ser necesario para ella, será lo único que te permita permanecer como una parte importante en su vida.

Aprender y crecer requiere tiempo, energía y paciencia, pero no solo para ti sino también para ella. Ella decidirá la mejor manera de enseñarte, decidirá cuándo corregirte y también decidirá cómo castigarte si lo mereces.

Como puedes observar, la enseñanza puede ser aún más agotadora y desafiante que el aprender por tí solo. Tu amante te está dando ese regalo; tómalo, aprécialo y aprovéchalo.

 No la decepciones, si ella te eligió es porque sabe que puedes aprender a satisfacer sus necesidades. Ella te está dando Propósito!

No la defraudes jamás. Algunas Amas pasan por alto algunos errores, otras castigan por el mismo error una y otra vez, pero habemos otras a las que la repetición del mismo error nos decepciona. Y quizá tarde o temprano decidimos el darle a otro sumiso la oportunidad de ocupar el lugar que algunos no saben aprovechar.