El Afrodisiaco Hecho De Plantas Medicinales
Amanda, la estudiante dominante estudiaba en una prestigiosa universidad. Desde su niñez, se le había visto su gusto en las ciencias aplicadas y no fue una sorpresa que ella decidiera estudiar Bioquímica. La estudiante dominante preparaba su proyecto de tesis sobre el efecto de algunos fármacos en la química cerebral de los mamíferos. Ella estuvo por meses preparando un afrodisiaco hecho con plantas medicinales. Pero durante un ensayo de una preparación, descubrió un efecto secundario de una de las muestras.
Ella la denomino XY-84, la prueba con roedores resultó ser positiva y no dañina en los animales de prueba, pero los roedores se comportaban diferente. La estudiante dominante descubrió que los roedores permanecían inmóviles hasta que ella les daba alguna orden. Por ejemplo, si ella decía come ellos comían hasta dejar limpios sus platos. Si ella ordenaba correr, ellos corrían en círculos sin parar, incluso ordenó quedarse quietos y ellos se quedaban inmóviles. Los roedores detenían este comportamiento hasta que el efecto de dicho fármaco era metabolizado y desechado por el mismo roedor.
La Idea De La Estudiante Dominante
Amanda hizo pruebas sobre el fármaco y descubrió que no era tóxico en grandes cantidades y tenía un efecto pasajero. Apenas unas horas, “Tardaré mucho tiempo en que me permitan usarlo en humanos,” pensó la chica, “Pero ¿y si me salto algunos protocolos? Después de todo no era tóxico y además sé a quién puedo usar como conejillo de indias.” La joven científica sonrió maliciosamente al pensar a su sujeto de pruebas perfecto.
Calculó la dosis para un humano y salió del edificio de la universidad y corrió hacia los departamentos donde ella vivía. Dicho apartamentos eran mixtos, en ellos había toda clase de estudiantes pero el peor inquilino era un estudiante de nombre Geremy. Un chico de una familia acaudalada que creía que todas las chicas eran para él. Un patán de primera clase en la opinión de muchas compañeras de la estudiante dominante y ella misma pensaba que él era un macho misógino de lo peor.
Amanda entró a su cuarto que tenía para ella sola, el cual constaba de un escritorio con su computadora, una cama, un pequeño refrigerador y una cocineta eléctrica. Ella preparó una cámara oculta para grabar el evento. Se cambió de ropa y se puso una blusa roja de mangas corta, unos jeans negros a la cadera y unos tenis color negro. Preparó un vaso de sopa instantánea y le colocó el fármaco experimental. Salió de su habitación y fue al área común donde ella esperaba que pasara Geremy.
La Dominación Femenina De Geremy
No tardó mucho en llegar el susodicho, y justo cuando la estudiante dominante se disponía de dar el primer bocado de su sopa, Geremy se lo quitó de las manos y de un sorbo se acabó el vaso de sopa, “Gracias nena, que detalle.” Amanda fingió molestarse con el muchacho, “Sabía que caería en mi trampa,” pensó la estudiante dominante mostrando una cara de pocos amigos y se fue indignadísima a su recámara y como ella lo esperaba Geremy la seguía. Ella entró a su recámara y Geremy entró junto detrás de ella.
“Vamos pequeña, no te enojes, sé que puedes hacer otra sopita.” Amanda simplemente le dio la espalda. “Ven y siéntate en la cama,” dijo Amanda de forma clara. Geremy hizo lo que ella le pidió, se sentó de un golpe en la cama. Amanda decidió esperar un rato para ver si no era una simple coincidencia. Se sentó en su escritorio y encendió su computadora para trabajar un rato. Unos cinco minutos pasaron, “Oye nena, ¿Qué pasa? No puedo moverme,” decía Geremy aterrado. Amanda giró sobre su silla y miró al chico paralizado, eso es porque no te he ordenado que te muevas “marioneta,” dijo la estudiante dominante al mirar al chico.
Quítate La Ropa
Él trató de moverse pero su cuerpo no pudo mover ni un músculo, “Que carajos esta pasan…- la voz de Geremy le escuchaba entrecortada, “Levanta el brazo izquierdo,” dijo la estudiante dominante. De inmediato, él muchacho levantó el brazo indicado. Él chico tenía una mirada aterrada y solo pudo emitir gemidos de su boca que comenzaba a paralizarse. “El fármaco ya te está haciendo efecto en todo el cuerpo, no te preocupes por la mañana pasará el efecto, pero hoy yo me voy a divertir contigo,” dijo la chica al cerrar la puerta de su habitación con llave.
Amanda se sentó en su cama, “Ahora ponte de pie y quítate toda la ropa,” Geremy se puso de pie y como un robot sin libre albedrío comenzó a quitarse todas las prendas que traía encima. Amanda miraba a su marioneta con lujuria y notó el efecto que ella esperaba ver en su tesis. El pene de gran tamaño de Geremy estaba totalmente erecto, “Al menos algo que presumías, si tenías la razón,” Amanda no pudo contenerse y lo comenzó a acariciar.
Geremy ya tenía toda la cabeza totalmente paralizada, aunque tenía sensación en todo el cuerpo no podía moverse. La chica le dio un fuerte golpe en el estómago al chico pero no se movió ni hizo ningún gesto. “Esto es aburrido, quiero que grites de dolor y escuchar tus lamentos,” esta vez la chica páteo los testículos del chico y como ella lo sospechaba el chico gritó de dolor.
No Sientas Placer Masturbando Te
Amanda se puso frente a él, “Ahora quiero que te acuestes boca abajo y lamas mis tenis,” él chico hizo como se le ordenó. “Detente y acuéstate boca abajo,” Geremy obedientemente lo hizo y Amanda se puso de pie sobre la espalda del chico, “Haz veinte lagartijas y quiero que las cuentes,” de inmediato él chico se puso a hacer el ejercicio indicado mientras que la chica permanecía sobre su espalda. Las hizo todas con fuerza al punto que Amanda tuvo que sostenerse de él para no caerse.
Por último, Amanda le dio al chico un frasco de muestra, “Llénalo de tu semen, pero no quiero que sientas placer al hacerlo.” Él muchacho se masturbó varias veces, llenó el frasco, lo llenó totalmente como se le indicó y como ella esperaba no pareció tener muestras de orgasmo alguno. “Toma tu ropa, vuelve a tu alcoba y ve a dormir toda la noche,” Geremy tomó su ropa e hizo lo que se le ordenó. Salió sin vestirse y volvió a su cuarto pasando enfrente de varias chicas que gritaban al verlo, mientras que la chica guardaba la muestra de semen en el refrigerador y revisaba el video que hizo.
Al día siguiente, Geremy pensó que tuvo un sueño donde era dominado por Amanda y caminaba desnudo por el campus de la universidad. Amanda revisaba el estado de los espermatozoides de su sujeto de prueba, “Es semen en buen estado, los espermatozoides se muestran totalmente sanos,”escribía Amanda en un correo electrónico. Ella sabía que no a cualquiera le interesaría su descubrimiento, así que decidió enviar su investigación y el video al hospital de Santa Lucía. Pasaron tres días cuando recibió una respuesta, era invitada a llevar el fármaco XY – 84 y a terminar su tesis en dicho hospital con gastos pagados.