A Nadia le extrañó la situación pero decidió permanecer en silencio para no incomodar a Gustavo con sus preguntas. Entraron a la elegante casa y fueron recibidos por 2 hombres más además del que les había abierto la puerta al llegar.

 

jaula de castidad

 

Los guiaron a un salón en donde se encontraba la chimenea prendida y después de servirles un whiskey a cada uno todos tomaron asiento sin quitarle la mirada de encima a Nadia que era la única mujer que se encontraba allí.

Su mano se aferró a la de Gustavo; estaba completamente incómoda con la actitud de aquellos viejos y a su hombre parecía no importarle. Comenzaron una conversación entre ellos, ignorándola por completo. Nadia quería que la noche pasara pronto para salir de ahí.

De pronto apareció una mujer con los senos al aire y una falda larga hasta el piso y con pies descalzos. La cena está servida amos por favor pasen a la mesa. Al dar la vuelta para salir del salón Nadia mirón asustada que la falda estaba abierta por detrás y al caminar puso ver sus nalgas completamente descubiertas.

Pasemos al comedor uno de los hombres dijo y todos se levantaron para seguirlo. Ya sentados a la mesa, el más viejo de ellos se dirigió a Nadia diciéndole que disfrutara la cena porque después comenzaría la diversión.

Nadia pensó que quizá llegarían más invitados más tarde, volvió la mirada hacía Gustavo que se encontraba sentado a su lado, pero él esquivó su mirada.

La comida fue servida por la misma mujer semi desnuda y por fin Nadia se acercó a Gustavo para pedirle salir de ahí por sentirse indispuesta. Aguanta mujer, no podemos desairar a mis amigos y recuerda que tu accediste a hacer lo que yo te pidiera para mejorar nuestra relación.

Está bien Gustavo, pero no nos quedemos hasta tarde.

Terminaron todos de comer y decidieron que el postre lo comerían en el salón en donde habían estado antes. Cerraron las puertas y todos se sentaron muy cerca de Nadia, haciendo comentarios vulgares y riendo en voz alta.

Dijeron que era tiempo de comenzar la fiesta. Nadia soltó la mano de Gustavo que permanecía mudo sin defenderla y se dirigió hacía la puerta. Fue cuando se dió cuenta que la puerta estaba bajo llave y no pudo salir. Gustavo, qué es esto? Caballeros déjenme salir de aquí!

Los hombres sonrieron mirándose los unos a los otros. Nadia debes relajarte, nosotros te vamos a enseñar a complacer a tu hombre. Esa es tu obligación como mujer; aprender, obedecer y complacer.

Gustavo ayúdame, no entiendo nada, por favor llévame a casa, no quiero estar aquí.

Nadia tu aceptaste hacer lo que yo te pidiera y accediste a acompañarme esta noche. Deja tus lloriqueos, aquí vas a aprender lo que los hombres como yo queremos y esperamos de nuestras mujeres.

El dueño de la casa se acercó a besarla, pero ella volteó la cara. En ese instante el hombre le dió una bofetada tan fuerte que ella quedó aturdida. A mí ninguna mujer me niega un beso niña estúpida. Gustavo no dijo nada, tan solo bajó la mirada.

Aquellos 3 hombres comenzaron a tocarla por todo el cuerpo y por más que Nadia trataba de  defenderse no le era posible.

Tocaban sus senos, su entrepierna, sus nalgas. Primero a través de la ropa y después comenzaron a arrancarle la ropa…………