Mi bella Ama, siempre llena de sorpresas.
Buenas noches Ama.
“Hola esclavo”.
Estaba a punto de preguntarle sobre las cosas nuevas que compró en línea cuando me agarró la mandíbula y me metió una mordaza, lo que me imposibilitó de hablar.
“Shh, cállate. Quiero probar mis nuevos juguetes contigo. Ella se rió y lamió mi mejilla. “Ahora no te muevas”.
Me quedé quieto, tratando de no temblar de emoción por los nuevos juguetes de mi bella Ama. Ella no me había dicho lo que tenía, solo que los amaría.
Regresó con su traje de cuero negro y me hizo desnudarme. Ató mis manos y pies a los cuatro postes de su cama mientras acariciaba mi cuerpo, evitando tocar mi pene.
Cubrió mis ojos y se fue. “Volveré en un minuto esclavo”.
La Espera
Todo lo que pude hacer fue sentarme y esperar, pero esta vez estaba emocionado y mi cuerpo temblaba fuera de control.
Lo primero que escuché fue el ruido de sus botas de tacón resonando en el piso de madera. Ella se acercó a mí y sentí algo largo y duro correr por mi cuerpo desde mis pies hasta mi barbilla.
Supe al instante que esta no era la varilla que normalmente usaba mi Ama. De pronto estas ‘barras’ golpearon mi estómago. Después de años de experimentar dolor, aprendí a controlarlo, pero a mi bella Ama esto no la complacía, así que dejé que mi dolor apareciera con un grito.
Retiró la venda de mis ojos y pude ver aquello con lo que el Ama me había golpeado, era un azotador (flogger) con varias puntas. Nunca habíamos usado uno de estos antes y estaba emocionado.
¿Te gustó esclavo? Este es mi nuevo juguete para usar en ti “
” Sí Ama, es increíble”.
” Que bien, porque a partir de ahora lo usaremos con frecuencia “.
Golpeó mi pene expuesto y luego lo pasó por mis testículos. Continuó haciendo esto hasta que mi pene se puso completamente rojo y ardiendo.
“¿Quieres correrte ahora esclavo?”
“Sí Ama,se lo suplico”.
“Bueno, buena suerte porque solo estoy empezando”.
Abrió el cajón en el que guardaba todos sus juguetes mientras yo la miraba sin saber cuál escogería esta vez.
Sacó un tapón para mi trasero con una cola de zorro atada. Mi trasero estaba tan acostumbrado a estos enchufes. Ella se burló de mí frotándome el pene, las bolas y alrededor de mi trasero antes de empujarlo con fuerza hasta lo más profundo. Instantáneamente sentí el dolor y el placer acumularse y casi me corrí allí mismo.
Luego, se sentó en la cama a mi lado con fácil acceso a mi pene y sacó mi mordaza. Aspiré una gran bocanada de aire antes de que ella metiera su pie en mi boca.
“Chúpame los dedos de los pies esclavo”.
“Sí hermosa Ama, cualquier cosa para usted”.
Cualquier cosa por usted, mi Ama.
Empecé ansiosamente a succionar y chupar sus dedos. Mientras lamía las plantas de sus pies ella comenzó a golpear mi pene con el nuevo azotador hasta lograr avivarlo. Estaba a punto de correrme pero ella me amenzó con torturar mis testículos si lo hacía, no tuve más remedio que aguantar mis ganas.
Se acercó al extremo de la cama y apretó mis bolas. Luego golpeó mi pene con el flogger por última vez y sacó el enchufe de mi trasero. Me corrí al instante, todo sobre mi estómago y la cama.
“Buen chico, si limpias todo esto perfectamente, tal vez te dejaré bañarme esta noche”.
“Gracias hermosa Ama, asi lo haré!