Voy a describir siete divertidas y humillantes actividades para tu marido. Disfruta leyendo mi lista a medida que las actividades se vuelven más excitantes.
1. Reservar una cita en el salón de belleza para tu marido sissy puede ser humillantemente divertido.
Imagínate su reacción cuando le digas que tiene una cita para hacerse mani/Pedi en el salón. Asegúrate de hacerle saber que no tiene que preocuparse por los detalles porque ya tú te encargaste de todo. Para mi marido, siempre pido esmalte de uñas transparente, en lugar de un color. No quiero que sea humillado por sus amigos o compañeros de trabajo, pero tengo amigas que han hecho que su marido se ponga esmalte de uñas rosa como castigo. Del mismo modo, puedes programar para él citas de depilación, bronceado, etc.
2. El Strapon es una de las mejores herramientas para establecer claramente quién es superior en la relación.
Cosas maravillosas pueden suceder al hacer pegging a tu marido y más si lo vestiste con lencería de mujer antes de hacerlo. En primer lugar, romperá algunas de las barreras mentales a las que pudo haber estado aferrándose desesperadamente en la relación. Quizá las primeras veces grite como perra marica y se sienta avergonzado, después debido a emociones mixtas, él te amará aún más cuando definitivamente tomes todo el control de él. Recuerda que él quiere someterse primero y más tarde querrá desesperadamente tener sexo “regular” contigo. Aquí será cuando tu vas a decidir si sucederá o no.
Si ya lo hicieron la primera vez, deberás hacerlo regularmente, de ser posible pon una fecha, algo así como el último viernes de cada mes, para que ya él esté preparado.
Quizá comience como castigo, pero estate segura que con el tiempo aprenderá a disfrutarlo. Mantente alerta, si deja de ser castigo será un premio y eso no es lo que tu quieres. Por ellos deberás hacerlo cada vez con más fuerza.
Después de un tiempo de dominarlo con el strapon llegarás a descubrir que su egoísta borde masculino desaparecerá y él estará muy atento a servirte con su lado sumiso floreciente.
3. La humillación como fetiche es difícil de definir y regularmente se malinterpreta.
Tu puedes ver comentarios en Internet criticando a las esposas por buscar consejos para humillar a sus maridos. Las respuestas son: “Si lo amas, ¿por qué lo estás humillando?”
Quienes dan este tipo de respuestas es que no están enterados (as) de que existen muchos hombres a los que la humillación los excita y lo anhelan. Tomemos la feminización forzada, por ejemplo; otro subconjunto tremendamente confuso del llamado fetiche de mariquita. Obligarlo a usar panties de mujer, lo excite o no, también es una forma de control.
Maneras de humillarlo hay muchísimas, llevarlo a comprar lencería para él.
¿Qué tal un cóctel para él? En lugar de un trago fuerte en un restaurante.
Tomarle fotos vestido de mujer y chantajearlo con enviárselas a sus familiares o amigos para que haga lo que tu quieres, etc..
4. Usar tampons con tu marido sissy es muy divertido.
Piénsalo un momento. Algo que lo penetra todo el día es un gran recordatorio de quién está a cargo. Cada movimiento moverá el enchufe y cada vez que se siente es como si le estuvieras haciendole pegging. Además de enchufarle un tampon, hazlo que se ponga pantaletas de mujer, si usa hilo dental, es mucho mejor ya que mantendrá el tapón en su lugar.
Cuando lleva un tapón, siempre puedes divertirte con él, incluso la más mínima palmadita en su espalda empujará el plugin en su trasero aún más. Esto se puede hacer discretamente en público, lo que se suma a su humillación. En general, el aspecto principal del enchufe es el recordatorio constante de su papel sumiso. Siéntete libre de usar un enchufe con su jaula de castidad al mismo tiempo.
5. Humillar a tu pareja es un buen refuerzo mental.
Constantemente le hago comentarios a mi marido sumiso tales como: “te ves tan lindo en sus bragas” o “cariño, este sostén te queda perfecto”. Si lo tengo con una jaula de castidad, me encanta burlarme de él acerca de lo “frustrado” que debe sentirse al no poder conseguir una erección y lo amenazo con mantenerlo así por varios días.
Las burlas juguetonas en realidad le dan placer a través de la atención ya que esto le da importancia.
6. Un aspecto sorprendente del fetiche de mi marido sumiso es el llamado “estímulo del sissy”.
Esto es confuso pero interesante. Pronunciar palabras de afirmación a tu pareja cuando está haciendo algo humillante.
Como por ejemplo; si le estás haciendo mamar un consolador, expresa verbalmente que “está haciendo un gran trabajo chupando esa polla” o “eres natural, cariño”. Esto se suma al componente de humillación y estarás reforzándo que estás contenta con su sumisión.
Si lo haces tomar clases de pilates anímalo diciéndole que mejorará su aspecto y se verá mejor usando pantaletas, etc.
7. Elige bien las palabras que vas a utilizar con tu sissy.
No le llames guapo sino lindo o bonito.
Dile muñeca en lugar de muñeco.
En privado búscale un nombre de mujer para llamarlo.
Azucena, Esperanza, Dalia, etc. Elige el nombre que más te guste.
Esta es otra forma sutil de hacer cumplir la inversión de roles que no pasará desapercibida.