Las Amas siempre esperan lo mejor de sus sumisos y es por ello que exigen el mayor esfuerzo posible para sentirse complacidas.
Un hombre sumiso debe agradecer cada minuto que le es permitido estar en presencia de su Ama. Si tu Ama te asigna cualquier tipo de tarea, agradécele el privilegio de servirla.
Nunca olvides que sus necesidades son tus necesidades y por ello harás cualquier sacrificio para satisfacerla. Como sumiso no tendrás ninguna expectativa; por el contrario, demostrarás gratitud por lo que ella te dé, por el tiempo que te brinde, por sus enseñanzas.
Sumisos y esclavos, repetirán estas dos palabras constantemente; “Gracias Ama!” Agradecerán no solo las cosas buenas, sino también por los castigos y las correcciones.
Aprender y crecer requieren tiempo, energía y paciencia; pero no solo para ti, sino también para ella. Ella decidirá la mejor manera de enseñarte, ella decidirá cuándo corregirte y ella también decidirá cómo castigarte cuando lo merezcas.
Aunque no lo parezca, la enseñanza puede ser incluso más agotadora y desafiante que el aprendizaje. Con esto quiero hacerte entender que tu Ama te está dando un regalo único. Tómalo, aprécialo y aprovéchalo para entregarte y servirla en tu mayor capacidad.
No la decepciones! Si ella te eligió es porque sabe que puedes aprender a satisfacer sus necesidades. Ella te está dando una nueva oportunidad así como un nuevo propósito a tu vida!