La Prision De Los Esclavos Sumisos
Soy la Dominadora Femdom encargada de gestionar una de las prisiones del país. Este país tiene un regimen ginárquico, donde las mujeres tiene el poder y el derecho exclusivo del voto. MI prisión es la destinada a recibir en exclusividad a aquellos reos sentenciados a realizar trabajos forzados, cadena perpetúa o a muerte. Casi a diario recibo a numerosos presos en el patio central de la cárcel, y les explico convenientemente su futuro mas próximo bajo mi mando.
Este centro penitenciario dispone de una capacidad para 1000 reclusos, pero actualmente se alojan mas de 3000 en las celdas. El motivo de tal hacinamiento es debido a que dedico los “recursos” de que dispongo, para extraer el mármol de mi cantera que vendo a un precio muy competitivo debido al nulo coste de mis trabajadores, el alimento lo suministra el Estado y YO decido como y cuando suministrárselo a mis reclusos.
Con los reos no se puede ser tolerante, hay que tratarlos como animales. Por eso siempre hay un tercio de la población reclusa en la cantera las 24 horas del día. Hoy recibo un grupo de 50 nuevos reos, los cuales permanecen de pie en el centro del patio a la espera que YO decida pasarles revista. En el ala este del patio y atados a sendos postes de castigo, hay dos prisioneros que estan siendo azotados por dos guardianas con sus largos látigos, las cuales parece estar compitiendo entre ellas, por ver quien fustiga con mas rapidez a sus respectivos reos.
Las Reglas De Dominadora Femdom Cindy
Cuando decido hacer acto de presencia en el balcón de mi despacho que da al patio central de la prisión, únicamente se percibe el sonido procedente de los bdsm bullwhips de las guardesas. Una primera vista rápida a los bienvenidos con la indiferencia habitual, me dirijo a ellos con tono Arrogante. Soy la Dominadora Femdom CINDY, desde el mismo instante que habéis cruzado las puertas de mi prisión, sois de mi exclusiva propiedad…me pertenecéis.
Algunos de vosotros pasareis aquí mucho tiempo y otros no tanto…de vosotros dependerá que vuestra estancia aquí sea, dura, muy dura o un verdadero infierno. Aquí soy YO, la que decide vuestro futuro… las guardias que ya iréis conociendo, siguiendo mis órdenes directas, serán para vosotros la única Autoridad. Tienen órdenes mias para aplicar los castigos o correctivos pertinentes por el motivo o la causa que crean conveniente.
Su misión principal, es la de conseguir de vosotros el máximo trabajo y gestionar vuestro descanso y manutención. Si os tiene totalmente prohibido la masturbación, ni cualquier tipo de práctica homosexual entre prisioneros, quiero disponer de vuestras fuerzas al 100% para poder realizar las tareas encomendadas en la cantera, la pena por desobedecer mis órdenes serán 100 latigazos. Esos dos de ahí….¡No las obedecieron! Mi primera orden, es que aprovechéis cada momento que dispongais de descansar porque lo vais a necesitar, eso os lo aseguro.
Supervisando Desde La Distancia
Tenéis que satisfacer una deuda con la sociedad y aquí, es donde vais a pagarla día a día… y con intereses. Terminada la presentación, hago una señal a las 4 guardias que se encuentran detrás de los reos, y desplegando SUS látigos incitan a los prisioneros a dirigirse hacia el Ala Oeste del patio donde se encuentra un pórtico, por el que se accede a mis canteras.
Desde el balcón posterior de mi despacho tengo perfecta vista de mi cantera y de lo que acontece allí. Sentada en mi cómodo sillón, disfrutando de un cigarrillo y de una copa, superviso desde la distancia como los prisioneros pico y martillo en mano, van extrayendo a pleno sol, los bloques de piedra de las paredes y el interior la cantera, y como los van arrastrando hacia la parte superior del enorme agujero que conforma la cantera, donde son cargados en camiones para su traslado posterior al comprador.
De los benéficos obtenidos por la venta de la piedra, un 75% va a parar a mi cuenta personal y el otro 25% a las guardesas, motivo por el cual muestran especial empeño en que los prisioneros trabajen hasta caer rendidos. Cuando un prisionero ya no puede rendir lo deseable, se convierte en una carga indeseable, y se le da salida rápida para que su lugar lo ocupe uno nuevo, con fuerzas renovadas.
