Como Conocí A Laura

Conocí a Laura T. (la futura dominante lady Laura) durante la preparatoria, admito que me enamore de ella. Ella es una chica bien vestida con cuerpo curvilíneo y piel blanca que me hacía enloquecer pero solo llegamos a ser buenos amigos.  Al terminar la preparatoria, nos fuimos a diferentes universidades. Pasaron unos años cuando me la encontré en un café, me contó que se había casado pero el matrimonio no se logró y terminó en divorcio. Se quedó con el departamento que compraron pero necesitaba un compañero de cuarto.

En ese tiempo, yo buscaba un departamento que se encontraba cerca de mi trabajo y ella vivía a solo unas cuadras, así que comenzamos a vivir como Roomíes. Me sentía feliz vivir con Laura, a pesar de que durante los años, su cuerpo y su carácter no había cambiado en nada. Compartíamos los gastos y algunos quehaceres de la casa. Un trabajo exclusivo para cada uno era lavar nuestra propia ropa. Una mañana, Laura salió de compras y me quedé a lavar mi ropa, “Hay algo de ropa en la lavadora, si quieres ponla en el sesto y yo luego regreso a colgarla,” me dijo mi amiga antes de salir. Saqué su ropa pero al ponerla en el sesto, noté que había unas bragas negras que sobresalían de la ropa.

Noté La Ropa Íntima De La Dominante Lady

En ese momento simplemente metí mi ropa a un ciclo de lavado pero no quité la vista de la prenda de ropa interior. Traté de evitar mirarla pero la tentación me ganó. Tomé la prenda y empecé a mirarla y sentirla al tacto. “Suave y de un buen olor,” pensé mientras sentía como mi pene se comenzaba a endurecer al tener la pieza de ropa íntima. Supuse tontamente que Laura regresaría mas tarde así que no me contuve.

Abrí mis pantalones para sacar mi miembro y comenzé a masturbarme, mientras frotaba con desesperación la prenda contra mi pene erecto. No podía quitarme la imagen de Laura al usar esa prenda así que mi excitación resultó ser mayor. No pude contenerme y terminé eyaculando sobre el piso del área de lavado, “¡Ohhh Laura!” dije al gemir y terminar de soltar un poco mas de semen.

De repente sentí una mano en mi hombro “¿Así lavas tu ropa?” al girar miré de frente me caí de espaldas. Era Laura, antes de poder moverme de pie ella colocó su pie contra mi estomago enviando que me pusiera de pie. Ella sonreía mientras que yo asustado todavía tenia la prenda en mis manos. “Perdona yo solo…” Laura colocó la punta de su tacón contra mi boca evitando que continuara su explicación.

dominante lady

Me Cachó

Pude mirar su atuendo, saco sastre negro, blusa blanca, falda hasta medio, medias negras y tacones, “Se perfectamente lo que hacías,” me dijo mientras colocaba sus manos en la cadera. “Pero te has ganado un buen castigo ¡Quítate la ropa!” Me ordenó, yo dudé un poco al sentir todavía el tacón en la boca “¿Qué esperas?” Dijo molesta y apunto de golpearme en la entrepierna. “Disculpa, disculpa lo hare,” le dije temblando mientras trataba de quitarme las prendas lo mas rápido posible.

Ella entonces tomó su prenda de ropa de mi mano mientras seguí desnudándome. Al terminar de desnudarme, ella colocó la prenda dentro de mi boca. “A que tiene buen sabor,” me dijo al tomarme de la oreja y guiarme a la sala donde ella se sentó y me colocó boca abajo sobre sus piernas, “Eres un chico muy malo querido,” me dijo al darme una fuerte nalgada.

Las Nuevas Reglas De La Casa

¡¡Aunch!!! dije al sentir el golpe, “No se te ocurra escupir la prenda,” dijo Laura al darme otro fuerte golpe en las nalgas. Laura siguió nalgueandome fuerte por un rato hasta que ella se cansó de hacerlo. De repente, me dio un empujón tirándome al piso, “Nuevas reglas de la casa 1. “Ahora soy Lady Laura, ¿Entiendes?” La miré mientras sobaba mis nalgas adolorida. “Si, lo entiendo.” Entonces ella me dio una fuerte bofetada. “¿Si entiendes a quien?” Me dijo muy molesta, “Sí, entiendo Lady Laura.” La Dominante Lady Laura cruzó las piernas frente a mi.

2. “Dentro de casa permanecerás desnudo y vas a ejercitarte enserio. Ya sabes que me encantan los cuerpos musculosos,” recordé que la dominante lady Laura le encantaban los hombres de cuerpos bien trabajados. Así que no me sorprendió la orden, “Sí Lady Laura, hare lo que ordena,” dije bajando la cabeza. Ella sonrió maliciosamente. 3. “Dado que te gusta masturbarte a las prendas íntimas ajenas pues solo te tocarás cuando termines de lavar toda mi ropa interior a mano,” me dijo a darme sus pantis en la mano. “Muy bien lady Laura, iré en este momento a lavar la prenda,” dije mientras me dirigía al cuarto de lavado.

Mientras tallaba la prenda sentí un golpe en mis nalgas, “Seas mas cuidadoso,” dijo la dominante lady Laura. Me había golpeado con una regla, también traía mas prendas íntimas para que yo las lavara. Ya resignado, seguí con la tarea encomendada por la dominante Lady Laura mientras que ella me supervisaba.

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