Lady Látigo

MISTRESS CINDY

látigoSoy MISTRESS CINDY mas conocida por LADY LÁTIGO, experta adiestradora de animales, y me encuentro en una conocida finca donde se celebran eventos de doma de esclavos; disponen las instalaciones de lujosas estancias donde nos alojamos las Dóminas y de unas celdas o caballerizas a disposición de nuestros animales personales. Me han invitado para impartir un taller del manejo del LÁTIGO, especialmente dedicado para Dóminas novicias, o para aquellas que ya tengan conocimientos previos, y quieran ampliar su técnica.

(esclavo)
Estoy en una celda en compañía de un grupo de esclavos, los cuales hemos sido seleccionados para participar en una demostración de una afamada Mistress. Por los rumores que nos ha llegado la expectación es máxima, y desde la celda se escucha el bullicio de las asistentes al espectáculo. Por el contrario, contrasta el silencio absoluto dentro de la celda por parte de los que allí esperamos nuestra suerte.

MISTRESS CINDY

La exhibición la imparto en una pequeña plaza con gradas alrededor, en cuyo centro se encuentra un Poste de Azotes o WhippingPost, en donde se encadena al animal a adiestrar y se practican las diferentes técnicas en el manejo del Látigo. Indico a una asistenta del evento que proceda a traer un animal de entre el ganado que hay en las celdas y lo encadene al poste, mientras me tomo mi tiempo conversando con otras Dóminas.

Mistress Cindy Escoje Su Esclavo Ejemplar

(esclavo)
De improviso se escucha descorrer el cerrojo de la puerta, y todos los allí presentes como impulsados por un resorte, nos ponemos de rodillas y con la cabeza apoyada en el suelo en dirección a la puerta. Unos pasos firmes entran a la estancia en dirección al centro, sin que ninguno de los presentes se atreva a levantar la mirada. Los pasos se detiene junto a mi, por lo que me aguanto la respiración, como intentando pasar desapercibido.

Al instante noto el peso de una bota sobre mi cabeza, a la vez que recibo sendos latigazos sobre mi trasero. Me quedo inmóvil y a la espera, sin atreverme ni siquiera a rechistar y aguantando el dolor con gran esfuerzo. La tensión del momento se puede cortar con un cuchillo, ya que nadie se atreve a respirar, y el silencio se rompe por la voz firme y autoritaria procedente de la Domadora, que me ordena lamer SUS botas.

Si dudar un segundo procedo a obedecer la orden, con la leve esperanza de ser amnistiado por su parte, si cumplo eficazmente con el cometido encomendado. Lamentablemente eso no sucede, y me ordena que la acompañe al exterior de la celda.

Me Encadena A Dicho Poste

Una vez fuera de la oscura celda, la luz me ciega la vista y no puedo avistar nada, hasta que poco a poco mi vista se va acostumbrando, y puedo ver que me encuentro en una pequeña plaza con un poste en medio y rodeada de una grada a su alrededor a una altura de unos 2 metros. Puedo avistar que la grada esta a rebosar de Damas, las cuales no paran de hablar sin dar importancia alguna a mi presencia.

La asistente me encadena a dicho poste con ambos brazos atados juntos a una argolla que hay por encima de mi cabeza, abandonando en el lugar. Permanezco en esa situación un tiempo que se me antoja interminable a pleno sol, sin saber lo que me espera a continuación. La postura es incomoda y el cansancio se va apoderando de mis piernas y de mis brazos.

En un momento dado, el bullicio de la grada se calma y comienzan a aplaudir las allí congregadas. Doy por hecho que es debido a la presencia de alguien, a quien no consigo ver ya que se encuentra situada a mis espaldas. Los aplausos se detiene al poco tiempo y noto como las miradas se centran en el centro de la plaza. El miedo en mi se acentúa, debido principalmente al no saber quien esta detrás de mi, ni lo que se propone.

El Gran Bastardo

MISTRESS CINDY

Observo como aparece la asistente acompañada del animal seleccionado, él cual se trata de un buen ejemplar de mediana edad y algo corpulento, (parece de origen español) lo definiría como “el Gran Bastardo”, del que espero sacar buena partida y que el espectáculo resulte atractivo para las presentes y cumpla con las expectativas puestas en él.

Después de hacer permanecer al animal seleccionado a pleno Sol y atado con los brazos arriba durante media hora, considero que ya es el momento adecuado para comenzar mi demostración, ya que aprecio en el animal síntomas de cansancio al ver como de vez en cuando se deja colgar de sus brazos hacia abajo. Hago acto de presencia en la plaza, para el deleite de las asistentes, las cuales comienzan a aplaudir con ganas.

El Movimiento Del Látigo

Me sitúo a espaldas del esclavo, y comienzo a lanzar mi Látigo de 3 metros hacia el animal varias veces, haciendo restallar el cracker de la punta como si de un trueno se tratase, pero sin impactar sobre él con la única intención de intimidarlo, cosa que compruebo al ver como se le eriza el vello de la nuca y se le tensa el cuerpo, al mismo tiempo, aprovecho para calentar mi muñeca para evitar lesiones indeseables.

4…5 avisos y al sexto lanzamiento impacto sobre la desnuda espalda del esclavo. El sonido del Látigo golpeando su desnuda espalda es atronador, y al momento observo como el gran bastardo español  intenta alejar su espalda de MÍ como queriendo evitar el contacto con mi Látigo, cosa que es del todo imposible, ya que he dado orden de que tensaran la cuerda de tal forma, que los pies del cabrón apenas tocasen el suelo. No quiero bajo ningún concepto que este macho inferior me arruine el espectáculo.

látigo

El Sonido Del Látigo

(esclavo)
De repente el silencio se rompe con un estallido a pocos centímetros de mi cabeza, que me hace estremecer, poner el vello del cuerpo de punta y a tensar todos los músculos de mi cuerpo. Vuelvo a escuchar ese estallido hasta en 5 ocasiones mas, con idéntico resultado.

El sonido me resulta ya familiar y sé que se trata de un látigo tipo bullwhip de piel de canguro o similar y que por la potencia del restallar, posiblemente sea de unos 3 metros de longitud o superior. Me invade al instante el miedo por todo el cuerpo, y noto como las piernas no me soportan mi propio peso quedando colgando por los grilletes que atan mis muñecas al poste.

A Su Merced

El siguiente restallido lo escucho después de notar como si una cuchilla me cortase un trozo de la piel de mi espalda. El dolor se hace insoportable y emito un grito de queja. No pasan ni dos segundos, y un nuevo estallido acompañado de otro nuevo corte, el dolor es inaguantable, a cada azote recibido siento como esa fina cuchilla me fuese cortando mi espalda en finas tiras.

Me invade el pánico ya que me encuentro totalmente a SU merced, y no puedo escapar de allí. El ritmo de los latigazos va en aumento. De vez en cuando va alternando los latigazos con estallidos del cracker en el aire, lo que acrecienta el nerviosismo. No cabe duda que la Domadora cada vez se está gustando mas, y que está disfrutando de la demostración al igual que las Damas del público que aplauden continuamente.

Un Animal Aprovechable Para Mi Látigo

MISTRESS CINDY

Comienzo a manejar mi Látigo con maestría hacia la espalda desnuda del esclavo una y otra vez, impactando con el cracker en su espalda y dejando marcas repetidamente a cada azote. De vez en cuando alterno azotes con restallidos del cracker a escasos centímetros de su cabeza con objeto de atemorizar, algo que a la vista logro conseguir. Debido a mi maestría en el manejo del Bullwhip, voy coloreando de rojo la espalda del animal.

Por momentos me voy encontrando mas crecida, entre otros motivos por los aplausos de las congregadas al evento. Me estoy dando un auténtico baño de multitudes a costa de ese macho inferior, que aunque no sea de MI propiedad, está resultando ser un animal muy aprovechable para MI látigo.

(esclavo)
Me noto que toda la espalda me arde, al mismo tiempo que me duelen los huesos de la espalda por el impacto del Látigo, lo cual unido al sudor que me brota de la piel por el efecto del Sol, me esta causando un auténtico suplicio, el cual cada vez voy tolerando menos, por lo que mis quejidos van en aumento irremediablemente. El castigo al que estoy siendo sometido es cada vez mayor y mis fuerzas van decayendo a cada latigazo, los cuales voy recibiendo cada vez con mayor rapidez.

Sigo Con Los Azotes

MISTRESS CINDY

Escuchar gritar a este animal esta desluciendo mi espectáculo, por lo que ordeno a la asistenta al evento que le coloque una mordaza en su puta boca para que deje de rebuznar de una vez, solo quiero escuchar el sonido de MI Látigo. Voy variando los azotes de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo, moviendo mi muñeca con gran habilidad, mientras el cracker rasga la piel del bastardo con gran facilidad.

Me estoy dando cuenta que la resistencia del animal va mermando claramente y que en breve caerá desvanecido, por lo que pronto tendré que dar orden de cambiar de animal, así que decido exprimir al máximo a este ejemplar, dándole los últimos golpes de autoridad con MI Bullwhip.

Le marco la espalda con 10 Látigazos severos y el esclavo cae desvanecido al momento que su espalda es un torrente de sangre. He marcado al animal para siempre, para que no olvide jamas cual es su lugar y lo que es.

Otro Ejemplar Para Castigar

(esclavo)
El castigo es tan insoportable que debido a mis gritos me coloca la asistente una mordaza fuertemente amarrada en mi boca, para evitar que grite. Es tal la furia con la que estoy siendo azotado, que soy consciente que en breve caeré desvanecido, cosa que espero y deseo sea lo antes posible. Muerdo la mordaza con fuerzas para reprimir los dolores inaguantables al tiempo que noto como los azotes se convierten en algo inhumano, perdiendo el conocimiento al momento.

MISTRESS CINDY

Observo que el gran bastardo ha quedado colgado del poste sin respuesta alguna a MIS azotes, por lo que le indico a la asistente, que sea retirada esa basura de mi vista, y me traigan otro ejemplar de las cuadras, al tiempo que me retiro temporalmente de la plaza, para saborear una bebida refrescante servida en vaso alto y aplacar mi sed.

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